miércoles, 6 de noviembre de 2013

Gruyéres, Ciudad Medieval


Gruyères, es una ciudad histórica y comuna suiza del cantón de Friburgo, ubicada en el distrito de Gruyère al cual da su nombre. Es una pequeña ciudad medieval al estilo de los libros de cuentos, en un pequeño cerro, con un castillo y tres museos totalmente distintos: en Gruyeres se juntan 800 años de historia y cultura regionales con alienígenas ganadores de Oscar y esculturas budistas.



La pequeña ciudad, ha mantenido su aspecto medieval hasta la actualidad. Esta antigua residencia de condes se sitúa sobre una colina, arriba del río Saane. El castillo del siglo XIII es ahora un museo que exhibe la arquitectura, historia y cultura regional de ocho siglos.


En el cercano castillo St. Germain se encuentra el Museo H. R. Giger que muestra la fantástica obra de este ganador del premio Oscar y creador de alienígenas. En medio de la pequeña ciudad libre de tráfico se encuentra el Museo del Tíbet, inaugurado en 2009, con más de 300 esculturas budistas, pinturas y obras rituales de las diferentes regiones del Himalaya. El encanto de la ciudad también radica en su exquisita gastronomía y la demostración de la elaboración moderna de quesos. 


El castillo, uno de los más imponentes de Suiza, preside majestuosamente la pequeña ciudad medieval. Diecinueve condes residieron en él entre los siglos XI y XVI. Miguel, el último conde de Gruyères, tuvo problemas financieros, que le llevaron a declararse en bancarrota en 1554. Los acreedores, las ciudades de Friburgo y Berna, se repartieron entre sí sus tierras.


El castillo de Gruyères se convirtió en sede de los corregidores de Friburgo (1555-1798), de los prefectos (1804-1815) y, finalmente, de los jefes de distrito, que residieron aquí hasta 1848. Puesto a la venta, pasó a ser propiedad de la familia Bovy y, más tarde, de la familia Balland, quienes lo utilizaron como residencia veraniega y, junto con sus amigos artistas, lo restauraron. En 1938, el Estado de Friburgo readquiere el Castillo para fundar en él un museo. Desde 1993, una Fundación se encarga de la gerencia del lugar y se ocupa de la conservación y de la puesta en valor de los edificios y de la colección.


Gruyères es el auténtico pueblo “de cuentos” suizo (que a todos nos suena a queso). El lugar resume toda la esencia del país en una fórmula: montañas con picos nevados, bosques, una ciudad pequeña, pintoresca y peatonal donde se respira la apacibilidad suiza en todo su esplendor.


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