viernes, 25 de octubre de 2013

Cochem La Ciudad Idílica


La pequeña ciudad de Cochem es un punto central en la región vacacional a orillas del Río Mosela. Con su castillo feudal en lo alto de la colina desde el que se divisa todo el valle, El centro de la ciudad se viste de gala e invita a pasear y comprar, es un pueblo bonito y perfecto, con sus casas coloristas muy bien conservadas, todo parece una idílica maqueta.


El pueblo de Cochem, es otro de esos lugares con poder suficiente para hechizarnos. Su carta de presentación es su castillo, la fortaleza de Reichsburg, que como un centinela vigila desde lo alto de una colina. Cochem invita a perderse entre sus callejuelas estrechas y zigzagueantes o tomar descanso en una de sus pintorescas casas entramadas con techos de pizarra. Un placer dejarnos llevar por su embrujo medieval.


Cochem también cuenta con su casco antiguo con casas entramadas al estilo alemán, murallas medievales, iglesias y un antiguo monasterio. Es el centro de una amplia región turística con numerosos atractivos en torno al río, fácilmente conectada a través de un aeropuerto (el de Fráncfort-Hahn) operado por líneas low cost, además de por autopistas y tren. Y para intrépidos adeptos a las dos ruedas, un punto de partida para rutas de bicisendas señalizadas.


Cochem es una pequeña ciudad en el estado federado Renania-Palatinado, en el oeste de Alemania. Está situada en el valle del río Mosela, en la falda de una colina coronada por un castillo feudal, el Reichsburg que data del año 1051. La ciudad es conocida por ser un destino turístico en su país y por los vinos producidos en la región.


Cochem es el centro de un área preparada para el turismo. En el área hay más de 3.300 camas en hoteles, pensiones y apartamentos turísticos. 150.000 de los 350.000 visitantes que pasan noche aquí cada año, son extranjeros. También hay grandes zonas de acampada. Las ferias en la ciudad giran principalmente en torno a las variedades de vino producido en la región.


El castillo (Reichsburg) gótico tardío se levanta con sus numerosas torres, almenas y miradores en un precipicio a más de 100 m sobre el río Mosela. El precio de la entrada al castillo incluye la visita guiada por sus dependencias en alemán, aunque dispone de folletos explicativos en español y en otros 11 idiomas. Ocasionalmente puede ofrecer guías en inglés, francés y holandés. Por otro lado, frecuentemente se celebran allí fiestas y banquetes medievales y espectáculos de cetrería.


La zona es idónea para conocerla en bicicleta. Numerosos carril-bici bien señalizados la cruzan, incluyendo el de 275 km por la ribera del río Mosela. También se puede disfrutar la naturaleza por la red de senderos a través de viñedos y bosques, o con los deportes acuáticos y la pesca en el mismo río Mosela, o en el telesilla a la colina Pinnerkreuz.


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